viernes, 3 de abril de 2015

Elecciones en Francia: Se cierne la amenaza fascista


El sistema electoral francés, uninominal de dos vueltas, es la mejor defensa contra las arremetidas fascistas. En Chile, imitémoslo

Un sistema político que "dé cabida a las minorías", que sea "representativo de la diversidad política", es lo que añora la Presidenta Michelle Bachelet y una parte no menor del público chileno. Desbarran. En este post Chile Liberal demostrará que un sistema proporcional, como se pretende en Chile, sería fatídico, y de haberse adoptado en Francia los galos habrían sucumbido ante el ultra-derechista Frente Nacional.

El domingo pasado se efectuó la segunda vuelta de las elecciones locales en Francia. Luego de una inquietante primera vuelta muchos temieron que el Frente Nacional dejara la lunatic-fringe y se consolidara como una de las principales fuerzas políticas⎯poniendo en jaque al "duopolio" UMP-Socialista, como le llaman. Para variar, los antediluvianos del The Guardian británico vaticinaron ⎯estúpidamente un triunfo arrollador del fascista Frente Nacional con 220 escaños. No por nada, obtuvo un cuarto de los votos en el premier tour

La verdad es que andaban más perdidos que Marta Lagos con sus encuestas truchas o que el Banco Central chileno y sus pronósticos de inflación. Ocurre que luego del deuxième tour el domingo pasado, y una vez sacadas las cuentas, la realidad para los fascistas fue inversamente proporcional a la algarabía de la gente decente: Marine Le Pen y los suyos obtuvieron CERO escaño. ¿Cómo se explica esto?

Muy fácil. El sistema político francés se llama scrutin uninominal majoritaire à dux tours. Suena bonito y lo es: la gente vota en dos vueltas y el que gana, gana. Un elector, un voto, un distrito, un elegido. Sencillo y elegante. Fatal para las minorías, y eso está muy bien. A pesar de su 25% de preferencias a nivel nacional y en algunos distritos hasta un 40% de los votos, el sistema les impide ganar ya que deben necesariamente ganar el primer lugar para ser elegidos. Esto no ocurrió. El sistema tiene naturalmente a beneficiar a grandes bloques en desmedro de candidatos como los del Frente Nacional y otros.

Como explicamos anteriormente, con un sistema proporcional como absurdamente se quiere instaurar en Chile, los ultraderechistas habrían ganado muchos escaños y estarían ya llevando a cabo su plan maestro. Es decir, abandonarían el euro y volverían al franco (Francia colapsaría por su deuda), abandonarían la Unión Europea (Francia, país exportador, se quedaría sin el mercado común), restringirían el trabajo de extranjeros (su mano de obra se encarecería y difícilmente podrá competir), o sea, para resumir, sería un caos.

La mandamás del Frente Nacional ⎯ elegida ella misma en una farsa electoral estilo soviético con el 100% de las preferencias ⎯, desde luego no pudo ocultar la decepción al ver su fracaso estrepitoso. La "desdiabolización" no le resultó. Ella acusa que el sistema actual está "concebido para impedirle a millones de franceses que tengan representación política". Pues exactamente esa es la idea. 

De lo contrario, la cacofonía partidista da paso a una fragmentación política estilo república de Weimar, donde hubo más de 40 partidos. Ello desembocó en los nazis, la II Guerra Mundial, y los campos de exterminio.

Chile Liberal vuelve a plantearle a los electores chilenos si realmente lo que quieren es esto. Por nuestra parte, insistimos que un sistema electoral first-past-the-post como el británico, o su versión en dos vueltas como en Francia, es la mejor alternativa.

No por el mero hecho de existir, un partido debe tener representación. Veamos un caso concreto: se está formando un Partido Pinochetista, ¿quieren darle representación para reflejar la diversidad de nuestra fauna política? Chile Liberal prefiere que no. Deben aprender a forjar alianzas y conformar grandes bloques lo que inevitablemente los conmina a converger en una vocación centrista. 

Menos aún la financiación pública es la solución, en Francia los dementes del FN reciben subsidios del mismo sistema al cual pretenden destruir. ¿Quieren también que el Partido Pinochetista reciba subsidios del Estado?

Pero al menos el sistema electoral para el Frente Nacional es una barrera infranqueable que protege a Francia del fascismo. El sistema es bueno. Adóptenlo.

2 comentarios:

Su Excelencia dijo...

Qué tontera. Si es malo que los fascistas voten, redefinamos la idea de ciudadanía en lugar de cagarnos en la democracia.

Y Chile ya tiene cuatro partidos pinochetistas: la UDI (ultrapinochetistas), RN (pinochetistas que quieren pasar piola), Evópoli (pinochetistas renovados) y Amplitud (pinochetistas sedicentemente arrepentidos).

Chile Liberal dijo...

El problema es que voten y gobiernen quienes no creen en la democracia.

En Chile hay partidos pinochetistas gracias a un sistema electoral que funciona como un sistema proporcional.